¿Cómo puedes fiarte de lo que estás comprando? Ni siquiera en el caso de que el vendedor nos ofrezca su garantía personal podemos estar completamente seguros de lo que hacemos. Él nos podrá orientar acerca de su experiencia al comercializar un producto, pero ¿qué sabe realmente acerca de cómo se ha fabricado? De los componentes empleados, del proceso seguido, de los controles de calidad realizados… ni siquiera podría afirmar con total certeza que dos productos aparentemente idénticos lo son en realidad. Y menos hoy en día, con los centros de producción tan alejados de los puntos de venta.


Por eso son tan importantes los certificados. A través de ellos se acredita que el producto se ha fabricado siguiendo una serie de reglas. Estas normas han sido consensuadas por profesionales y especialistas y pueden definir aspectos que van desde la misma esencia del producto y sus características al tipo y calidad de materiales que han de emplearse para fabricarlo, al propio proceso de fabricación, especificaciones concretas de alguno de sus elementos, etcétera.

Los certificados los pueden expedir tanto organismos administrativos como entidades especializadas. Disponer de uno proporciona la garantía de que el producto o servicio cumplen con todos los aspectos mencionados en la norma. Esto es especialmente importante cuando se trata de productos nuevos o, sobre todo, cuando son potencialmente peligrosos. Vimos un ejemplo muy claro con la comercialización de los primeros patines eléctricos y hoverboards: la falta de control sobre estos productos y sus componentes hizo que se dieran varios incidentes relacionados con ellos. Muchos modelos integraban baterías de mala calidad, cuyo sobrecalentamiento llegó a provocar incendios e, incluso, alguna explosión. Cuando se trata de cualquier tipo de vehículo es fundamental extremar la precaución y optar por productos de confianza a una empresa acreditada.



El certificado CE

Este certificado indica que el producto se ajusta a las normas comunitarias. Es un “auto certificado” por el que el fabricante (o importador) informa a los usuarios y autoridades competentes de que el producto o servicio comercializado cumple con la legislación obligatoria en materia de requisitos esenciales, tanto técnicos como legales. Asegura que el producto se ajusta a todas las disposiciones comunitarias y se han llevado a cabo los procedimientos pertinentes de evaluación de la conformidad a la norma. El certificado CE no garantiza por sí mismo que el producto sea de calidad: solamente significa que el fabricante ha verificado que el producto cumple con todos los requisitos pertinentes (de seguridad, de salud, medioambientales…) de la directiva aplicable en su caso.

No hay que confundir el marcado «CE» con el marcado de «China Export«, pese a que su morfología, el símbolo «China Export» significa  (producto fabricado en China) y en este caso el fabricante no está ni tan siquiera comprometiéndose a cumplir las normas europeas.



Certificado UL2272




Cuando ni siquiera tenemos aún muy claro por dónde se puede circular con un hoverboard, ya existe una certificación que los atañe. La prestigiosa asociación certificadora estadounidense Underwriters Laboratories (UL), con más de 120 años de existencia, ha desarrollado un nuevo estándar de seguridad para dispositivos individuales de transporte eléctrico, el certificado UL 2272. Este garantiza que cada una de las piezas y componentes del hoverboard han sido cuidadosamente testados y verificados por UL para asegurarse de que cumplen  con sus estrictos controles de calidad y con las normativas vigentes respecto a su potencial riesgo de incendio, descarga eléctrica y peligros mecánicos. Cables, carcasas, tornillos, LEDs… todos están aprobados y revisados al 100%.